Datos personales

viernes, 12 de abril de 2013

María


María, 
La semana pasada Dios te recogió, después de una larga agonía de las que dicen que el enfermo no se entera, y de la que yo me preguntaba ¿Quién lo ha comprobado alguna vez?, ¿ha vuelto alguien a contar su experiencia? 
Hoy vengo de estar con el Padre Antonio, 
Tu sacerdote, 
Tu confesor, 
¡Vaya tío con una mente tan abierta! 
Pero no ha dicho, lo que tú fuiste para mí: 
Mi señorita Pepis, porque me enseñaste a ser femenina. 
Mi Pepa del Hierro, porque me enseñaste a ir como una princesa. 
Mi tres en uno, porque me enseñaste a como debería de apañármelas sola, caso de….. 
Mi dieta, porque me hacías esa comida que tanto me gustaba. 
Mi educadora en valores, porque me hacías reflexionar, me gustara o no. 
Mi Cenicienta, me hiciste tan hacendosa……. 
Mi todo, pero hoy quiero reírme, como tú me enseñaste 
¡RIETE CUANDO TE APETEZCA! (ahí te salías un poco del tiesto, ya eras MUJER) 
Pues hoy tata María, como yo te llamaba, ya me río donde quiero y con quien me apetece.
Ya hago no lo que yo desearía, pero no le doy importancia a ser como los demás quieren que sea, lo siento no pude seguir tus consejos a partir de mis 30. 
Ya no me visto como las monarcas, algo que te obsesionaba cuando yo era pequeña, y que a mi me encantaba. Ahora veo que es un disfraz, aunque a veces me disfrazo. 
¡Hoy mismo lo he hecho por ti!, he ido a tu parroquia ¡Divina de la muerte!, sí sé que te estás riendo. ¡Que menos para ti! 
Pero los valores, sí, en eso me gustaría ser como tu dar, comprometida. 
¡Si yo te dijera que ahora creen que han inventado las discapacidades, el abandono familiar, la entrega, el Dar! ¡Cuándo ya nosotras estábamos al loro de todo eso! ¡Si lo vivíamos y sufríamos en nuestras carnes! 
¡Hasta ahora no hablan de Chipiona! ¡nuestra Querida Chipiona!, la desconocida…. 
Ya digo tacos, lo siento, pero me salen…. ¡Con mucho arte! 
Ya he guardado mis joyas, las que te encantaban y me copiabas cada vez que me veías, no le doy importancia ahora. 
Ya soy MUJER, me ha costado, pero lo soy. También, saliéndome un poquito del tiesto. 
El cuento de Cenicienta , era eso ¡un cuento! 
Te has ido de aquí como una SEÑORA, en mayúsculas, subrayado, en negrita y en cursiva. 
Con un cutis envidiable, un pelo sedoso, y un cuerpo escultural. 
Yo me he degradado un poco, ya te contaré, pero te prometo ser de nuevo como tu me decías: “la guinda del pastel”, pero seré “una guinda muy especial”, lo dulce lo llevo dentro, lo externo no me atrae ya. 
No he ido mucho a verte cuando estabas enfermita, ahí si me siento culpable, pero prioricé mal o bien, pero así hice. 
Tu párroco hoy en la homilía parecía un Networker, con 70 años ¡Tata! ¡Increíble!. 
Tata, te escribo esto en un rinconcito que te hubiese encantado. ¿Recuerdas cuando me escondía debajo de tu cama con mi muñeca favorita?, Pues aquí estoy. 
¡Que bella eres! 
Tu Pili 
12/09/2008, 15:19
Dejo la fecha de cuando lo escribí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario